Sexting

Habitualmente el sexting se suele realizar de manera íntima, entre dos personas, aunque pueda llegar a manos de muchos otros usuarios si no se respeta esa intimidad. Lo que por desgracia es bastante habitual. De ahí su mala fama, a pesar de ser una de las prácticas más comunes en la actualidad para 'subir grados' tras conocer a alguien en una app de contactos, por ejemplo, o bien para 'calentarse' en pareja y mantener relaciones sexuales cuando la distancia lo impide o, simplemente, por placer o para escapar de la rutina.Puede ser, por tanto, una práctica sexual en sí misma, sin necesidad de verse en persona después, o servir como calentamiento previo a una 'quedada'.Pero lo que tendría que ser un juego erótico y algo placentero, podría convertirse en un verdadero drama si no consideramos los riesgos a los que nos exponemos.

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Peligros del Sexting

Lo más preocupante de esta práctica es el uso que hacen de ella niños y adolescentes, muchos de ellos desconocen los peligros de compartir este tipo de fotos intimas con otras personas. Según un estudio publicado por la revista JAMA Pediatrics, de 110380 participantes menores a 18 años, la edad promedio de jóvenes que practican sexting fueron de 15.16 años (rango de edad, 11.9-17.0 años), y en promedio 47.2% eran hombres, con una mayor prevalencia en dispositivos móviles en comparación con computadoras. Pero aunque sea el mayor peligro, no solo los niños y adolescentes pueden ser víctimas del mal uso digital. La 'sextorsión' o chantaje sexual aparece en todas la edades y se combate sin duda con menos herramientas y más miedos entre los menos maduros emocionalmente. Los delincuentes que lo realizan juegan con la vergüenza y la culpa para extorsionar y conseguir que la persona realice lo que su 'sextorsionador' le pida, a cambio de no contar nada de lo sucedido. Lo cual tampoco suele respetarse, pues la palabra de un chantajista tiene cero valor, lógicamente. Esta sería una práctica de 'cyberbullying' o ciberacoso, por tanto.

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La cara amable

Sin embargo el sexting no tiene por qué ser ni malo ni peligroso, entre adultos y con el consentimiento de ambos, puede, como dijimos, llegar a ser una práctica sexual más, una forma de probar algo nuevo en la relación. O de atraer la atención de una persona con la que se ha entablado contacto a través de una aplicación o una red social. Mientras seamos conscientes de lo que implica mandar una imagen o un vídeo de índole íntima o en una actitud sexual a otra persona y tomemos las precauciones correspondientes, el sexting puede ser una parte más de nuestra vida en el mundo digital. De hecho para realizar sexting existen algunas aplicaciones o redes sociales con ciertas garantías de seguridad respecto a nuestra privacidad como Confide, Dust, Between o Signal. Antes de enviar una imagen o un vídeo de índole sexual, asegúrate que estas apps son lo que necesitas para mantener segura tu privacidad.

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El sexting es delito

El sexting pasa a ser delito cuando se comparten esas imágenes o vídeos privados con terceros sin el consentimiento de la otra persona o cuando una de esas personas es un menor de edad, en cuyo caso podríamos estar hablando de pornografía infantil y corrupción de menores, que es un supuesto penal. La imagen personal está protegida en España por la Constitución (es un derecho fundamental), la Ley de Protección de datos y el Código Penal.

¿Como reaccionar si lo sufres?

En caso de que tengáis problemas derivados del sexting y la persona a quien le enviasteis imágenes o vídeos de contenido sexual, los estuviera compartiendo con otros o usándolos para chantajearos, es recomendable que sigáis estos pasos: